jueves, 6 de septiembre de 2007

Hello, welcome to Dial-A-View. To locate the area in which you wish to observe, you must program in the longitude and the latitude. (...)

Otras vez a mi lado, acompañándome aunque sea como una paradoja en un pajar,
mientras tu dulce música me es cantada al oído, repensentándome en tu propio espejo.
Y es como extrañar hasta tu olores mas escandalosos, es como perderse entre las nubes de humo que riegan los cielos de noche, ocultándote entre sus propios escombros, enfermedades vanas y pasajeras...
aunque al menos tenga la danza de estas notas, aclamando por un solo vestigio, tranquilidad, amoríos varios... sonidos, siluetas...
muchedumbres en mi cabeza, voces, nostalgia presente, deseos, claváronseme en el pecho, te siento, mis pestañas en tus dedos, romance en un solo día.
Dulce música, manjar para las heridas, re-nuévame, re-nuévanos.



***


(...) for a closer, more detailed picture, use either the zoom or the micro-zoom controls... good luck!

martes, 21 de agosto de 2007

The people that we do not love.

Me carga la gente. Siempre lo he dicho. Inestabilidad exacerbada y fenómeno de mi propia maña. Y es que uno siempre está en esa disposición de cambio, de sorpresa, incluso visualizando lo que vendrá o lo que sucederá luego de haber realizado o efectuado algún estímulo x. Extrañanamente, a veces esa respuesta se ausenta, se transforma, cambia el rumbo de lo deductivo, desaparece o, simplemente no existe o jamás existió más que en la propia mente del autor de dicho estímulo. ¿Podríamos entonces decir o incluso afirmar que la predectibilidad no siempre existe? ¿qué tan bueno es eso para una persona que ya ha digerido, que ya ha relacionado para sí esta tan "obvia" pero sorpresiva y agradable respuesta?. Me gustan las sorpresas, es cierto, pero no aquellas que dejan ese gustillo amargo, áspero, ácido, gutural, desapacible entre la garganta y las glándulas salivales. Son esas mismas las que establecen esa repugnancia o rechazo frente a lo "antes esperado". Se afirma que los años brindan experiencia, sabiduría, pericia, erudición, todo delicadamente expuesto entre uno de los tantos ramilletes de la adultez: "Es mejor no esperar," "se paciente", "así es la vida", "se prudente"; me pregunto: ¿Quién NO hace caso omiso a tales dichos populares?. Me uno al porcentaje, alto o bajo, que obvia a la experiencia adulta. Las debilidades son muchas, las opciones, también, pero las eleccionas de cualquiera de la anteriores son causal importante, a posteriori, de futuras expectativas. La mejor elección sería abandonar la espera y por ende lo predecible de nuestras propias mentes de los actos futuros. Pero la obstinación me gana, siempre termino apuntando a lo predecible, a lo que exijo como mínimo.

Felicitaciones, Srta. Predictibilidad, nuevamente me ha superado.

martes, 7 de agosto de 2007

No me entierren, que no estoy muerta aún.

Es increible. Estoy anonadada, estoy atónita, estoy soprendida, estoy atemorizada, estoy enclaustrada en esta sensación, estoy intranquila, estoy a punto de perder el control, y si no fuera por estas páginas, estas hermosas y blancas páginas ya estaría ahogada por completo, en cada una de estas sensaciones, en cada una de estas situaciones, en cada espesor de esto que es ahora mi vida. Todos damos vuelcos, todos queremos cambiar, todos CREEMOS que la rutina existe y que jamás accederá a un cambio.
Pero todos, todos estamos equivocados.
Ahora sólo espero que me esperes. Ya no creo en mí.
No puedo escribir...

sábado, 21 de julio de 2007

corazón de piedra.

"Por qué, por qué, al menos dime por qué... esa necedad tuya de alejarte, de hacer como que no ha pasado nada, de enfrentar todo sin importar cuánto ni cómo duela... y siempre con ese temor de mierda y el inconformismo por delante... ¿es tan difícil querer ayudarte?, ¿es tan imposible derribar esa barrera que se interpone entre tu camino y el mío?... y es que me inspiras tanta ternura, maldita sea, que haría todo lo inalcanzable por sacarte de esto. Quiero salvarte, quiero que ambos nos salvemos, nos escapemos al otro lado y borremos esas huellas que persisten en perseguirnos... en perseguirte... !POR QUÉ NO ME DEJAS DECIRTE A LA CARA QUE ME IMPORTAS TANTO, POR LA MIERDA!, ¿NO TE DAS CUENTA QUE ESTOY LLORANDO POR TI Y NO POR MI?"


(...)


"Anoche fue una noche especial. Caminar bajo la lluvia contigo, correr, jugar a quitarnos las ligas del pelo mientras intentaba alcanzarte... ¡es obvio que eres mejor corredor que yo! ¡qué esperabas!, hahahahaha... ¿y las sopaipillas? ¿y mis cinco lucas? "Now I am more loser than you!". Igual te gané, aunque me digas que no."


(...)


"Fue hermoso estar contigo anoche. Soltarnos el pelo, correr más todavía entre las gotas de lluvia que caían con la furia total del cielo sobre nosotros. Por primera vez sentí que podía decírtelo todo, que no tenía nada que temer ni nada más que esconder. Por primera vez me viste llorar y tu reacción ante mis lágrimas fue lo que más amé de toda la noche. Esa ternura que me inspiras me hace temblar... esa hermosura con la que me abrazaste, "ya lo sé...", dijiste, y continuaste en tu abrazo eterno, absolutamente para mí. Cómo, entonces, no sentir que te quiero más cada vez... como, entonces, no sentir que quiero ayudarte tanto... que quiero llegar a eso tan escondido que llevas, ¡si te repetí tanto y te rogué tanto que me lo dijeras!... pero tú siempre callado, intentando no demostrar más allá de lo que tú mismo no te permites.
Pero yo sé lo que hay detrás de esos vidriosos y tristes ojos que tienes. Jamás te había visto así. Hay cosas de las que no hablaste, no te salían las palabras, dijiste. Igual que esa noche, cuando era yo quien no podía hablarte, habiendo tanto que decir. Y sé que no quieres estar solo. Y sé que sabes que no me he olvidado de nada de lo que ha pasado, de lo que hemos hablado, de lo mucho que te sigo esperando, en esa misma banca, bajo esa misma lluvia, bajo este mismo cielo... mientras los minutos corren con el tiempo, ese que avanza y que es lo único que avanza, en realidad."




(first breath after coma)

domingo, 15 de julio de 2007

*

Debo decirlo, me costó. Pero dicen por ahí que nada es imposible, o que nada es tan difícil de.
¿Debería, entonces, apoyarme en ello y simplemente creerlo, a ojos cerrados? No, no hay ganas de responder, tampoco ganas de no hacerlo; sí, amorfo, pero whatever.

¿Nos vemos?


*